lunes, 15 de diciembre de 2008

Un par de pinceladas de cine español

El verano realmente es una época jodida para el cine, por mucho Caballero Oscuro o Wall-E que aparezcan de vez en cuando, la cartelera se llena de títulos intrascendentes e incluso insultantes para cualquier espectador que pida algo más que entretenimiento barato. Y barato es un decir, porque la entrada es un rato cara.

Por culpa de esta plaga de bombazos hollywoodienses algunos títulos quedan fuera de las multisalas, películas ciertamente interesantes, que aunque no sean maravillas, son mucho más que los tentenpiés en forma de metraje que nos sirven. Así pues, quiero aprovechar este post para reivindicar un par de películas que se "estrenaron" el pasado verano y que llevan el sello de dos directores españoles que debutaban con sus respectivas operas primas: Los Cronocrímenes, de Nacho Vigalondo, y el Rey de la Montaña, de Gonzalo López-Gallego.

El Rey de la Montaña es una película un tanto incalificable, una especie de thriller y terror psicológico, con una elevada dosis de crítica social. Desde luego no es un peliculón, pero si que es un film muy interesante por varios motivos. El primero es el tono la película y la forma que va cogiendo la historia, que surge de un encuentro fortuito en una gasolinera y termina en una desconcertante persecución por los bosques de quién sabe dónde. Es novedosa también la manera como se ha rodado la película, con un abanico muy amplio de planos y con una cámera inquieta que acentúan la tensión en todo momento. Leonardo Sbaraglia y Maria Valverde realizan un excelente trabajo en la interpretación y la película goza de un magnífico ritmo de narración, aunque el clímax es muy flojo y el desenlace llega demasiado pronto, hecho que convierte una buena película en una crítica social exagerada y incluso molesta. De todos modos, sin ser una maravilla, es un film de una excelente calidad.

Siguiendo con la otra recomendación, creo que Los Cronocrímenes es verdadera pata negra para el aficionado al buen cine y una más que notable targeta de presentación de Nacho Vigalondo como director. Además de un vocablo sacado de la manga, los Cronocrímenes es una sencilla y sorprendente película de ciencia-ficción. Hay viajes en el tiempo y hay asesinatos, y sin efectos especiales i con sólo 4 personajes y pocos escenarios se va hilando una historia perfecta en su totalidad, como si de una tela de araña se tratara. Vigalondo no recurre nunca al giro inesperado ni a la sorpresa, y la película aparentemente resulta previsible. Digo aparentemente porque aunque puedes esperarte cómo avanzará la historia, no te imaginas lo que sucederá 5 escenas más adelante; así que más que previsible diría que implica a cualquier espectador que se entregue con atención a la historia que está viendo. Al final incluso es molesto que todo quede tan perfectamente cerrado y ligado, pero es discutible hasta que punto esto es un defecto (no son pocas las películas de este estilo que se meten en jardines de los que se sale de forma torpe).

En fin, que el cine español no está tan mal al fin y al cabo, y es bueno saber que hay directores buenos más allá de Almodóvar (que recuerdo, a mi no me gusta) o Amenábar. Así que ya sabeis, fervientes lectores, id al cinetube o al videoclub y apostad a lo seguro con cualquiera de estas dos películas. Los chicos como mínimo estareis contentos, porque aparecen un par de auténticas bellezas que valen una hora y media delante una pantalla, tanto Maria Valverde como Bárbara Goenaga. Que aproveche!

Ah, por cierto, si quereis un tastillo del talento de Nacho Vigalondo, podeis su corto, 7:35 de la mañana que en 2004 fue nominado a los Oscars. Ahí es nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Prenc nota com sempre, a vore si ara en Nadal tinc un minut lliure per poder vore bon cine, q ja em toca.......


Mai m'acostumaré a llegir-te en castellà......



Karla